¿Qué herramientas necesitamos para hacer un diccionario? Si nos preguntamos esto hoy en día, tal vez la respuesta incluya un equipo de investigadores y lexicógrafos, ordenadores, corpus lingüísticos y otras fuentes de documentación diversas. Parecería casi imposible poder elaborar una obra de esa envergadura sin alguna de estas herramientas. Sin embargo, hace no mucho tiempo, a mediados del siglo pasado, una mujer se propuso la tarea de crear, ella sola, un Diccionario de uso del español. Y lo consiguió.
María Moliner nació en Paniza (Zaragoza) el 30 de marzo de 1900 y falleció en Madrid el 22 de enero de 1981. Sus padres eran Enrique Moliner Sanz y Matilde Ruiz Lanaja. Como su padre era médico y su familia era acomodada, tanto ella como sus dos hermanos, Enrique y Matilde, pudieron cursar estudios superiores. María se licenció en 1921 en Filosofía y Letras, con sobresaliente y premio extraordinario. En 1922 ingresó, por oposición, en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, y comenzó a trabajar como bibliotecaria en el Archivo de Simancas, en Castilla y León, para pasar poco después a trabajar en el Archivo de la Delegación de Hacienda de Murcia.
Allí conoce a Fernando Ramón y Ferrando, catedrático de Física, con el que se casará en 1925. Con él tendrá también cuatro hijos: Enrique , Fernando, Carmen y Pedro.
Ya en los años 30, María se traslada a Valencia con su familia, y allí, además de continuar su carrera profesional como bibliotecaria, comienza a colaborar con algunas instituciones educativas y culturales que surgieron con la II República (las Misiones Pedagógicas y la Escuela Cossío, inspirada en la Institución Libre de Enseñanza), y comenzó a colaborar en la organización de bibliotecas rurales.
María Moliner fue una mujer muy activa desde el punto de vista cultural y profesional, aunque también desde el punto de vista político. En 1946, pasa a dirigir la biblioteca de la E. T. Superior de Ingenieros Industriales de Madrid, en donde trabaja hasta su jubilación.
Alrededor de 1950, María comienza a trabajar en el Diccionario de uso del españolEsta tarea ocupará unos 15 años de su vida, hasta que en 1966 y 1967 la Editorial Gredos lo publica en dos volúmenes. La primera edición fue reimpresa unas 20 veces, y posteriormente fueron publicadas otras ediciones del diccionario. Hoy en día, continúa siendo una obra de referencia en el ámbito de la lexicografía española.
María Moliner fue una mujer pionera en el siglo XX, no solo por haber cursado estudios universitarios y por haber mantenido su profesión hasta su jubilación, sino porque ella sola, con su trabajo metódico y riguroso, logró transformar su amor por las palabras en una obra que un siglo después continúa siendo indispensable en el ámbito de las letras españolas.
Nerea López Iglesias